Salimos de Madrid buscando las Tierras Pucelanas. En el corazón de los Montes Torozos se encuentra el MONAS-TERIO DE LA SANTA ESPINA, de planta cisterciense, considerado uno de los más antiguos de España, al ser fundado por Doña Sancha de Castilla en 1147, aunque sería construido en diferentes épocas, hasta ser deshabitado en 1835. Esta infanta obtuvo por mediación del Rey francés, Luis el Joven, una espina de la corona de nuestro Señor custodiada en el Monasterio de San Dionísio, y que posteriormente regaló a este Monasterio, de ahí su nombre. Bajo su aspecto exterior neoclásico, conserva algunas bellas estancias de la obra original (sala capitular, sacristía y biblioteca) y una capilla gótica (siglo XIV). La fachada de la iglesia y sus dos torres son de mediados del s. XVII, de la Escuela de Ventura Rodríguez. Ya en el interior, resaltan los dos claustros, ambos del s. XVII. La iglesia reúne las características típicas del císter: planta de cruz latina y tres naves, siendo la principal más alta, y las dos laterales más bajas decoradas con arcos de medio punto. Y en su interior, se encuentran enterrados las familias Meneses y Albuquerque en sepulcros del XVI, como lo es su retablo mayor. Por su riqueza y belleza, está declarado Bien de Interés Cultural. Tras la visita, nos dirigimos hacia la localidad de URUEÑA. ALMUERZO. Esta pequeña "Villa del Libro” de aspecto medieval, que conserva uno de los cascos urbanos mejor conservados de la provincia de Valladolid, por lo que fue declarada Conjunto Histórico Artístico. Pese a su pequeño tamaño, alberga una intensa actividad cultural y artística, muestra de su importancia durante la Edad Media. Podemos ver su muralla, de los siglos XII y XIII, de la que se conservan sus dos puertas de entrada: la del Azogue y la de la Villa. Sobresale lo que queda de su Castillo, del siglo XI, de planta rectangular con cubos cilíndricos, donde se encuentra el cementerio de la localidad y que antaño. albergó innumerables intrigas palaciegas. Además, encontramos la Iglesia de Santa María de Azogue, del XVI y terminada en el XVIII, en estilo gótico y renacentista, con un gran ábside poligonal. El resto del pueblo es un continuo caserío de enorme belleza, con antiguas casas señoriales como la Casona del Mayorazgo, del siglo XVIII, hoy sede de la Fundación Centro Etnográfico Joaquín Díaz. Tras la visita, nos dirigimos hacia nuestro hotel en VALLADOLID. Alojamiento y Cena libre.
Desayuno. Hoy visitaremos en la catedral de Valladolid la exposición: "El arte nuevo de hacer imágenes” (a cargo de la Fundación de Las Edades del Hombre) con algunas de las obras más representativas de los escultores Gregorio Fernández (1576-1636) y Juan Martínez Montañés (1568-1649), principales representantes de las escuelas castellana y sevillana durante el Barroco español. En Castilla y León, Gregorio Fernández abrió taller y cinceló memorables esculturas en madera policromada principalmente para las cofradías de Semana Santa, pero también para monasterios e iglesias. Y por otra parte, en Andalucía: excepto un par de trabajos dedicados a Felipe IV, el imaginero Martínez Montañés dedicó al tema religioso toda su obra escultórica, principalmente desde en Sevilla donde se estableció y cobró fama por la sobriedad y el realismo de sus modelados. La idea es enfrentar a ambas escuelas y artistas, para ver las diferencias y semejanzas de estos dos grandes escultores, poniendo en relación un mismo tipo escultórico, cada uno con sus variantes, e intentando que las obras dialoguen con el espectador para que pueda sacar sus conclusiones. Ambos llevaron el arte escultórico a uno de sus momentos más brillantes, impulsando el paso desde la estética del Manierismo final al Barroco naturalista en las décadas iniciales del siglo XVII. Y es que, ninguno de los escultores de nuestro Siglo de Oro alcanzó tanta repercusión ni suscitó tamaño interés de la crítica internacional como estos dos ilustres imagineros. Entre las piezas, podremos disfrutar (entre otras piezas), por ejemplo, de un San Bruno, fundador de la orden de los Cartujos, cincelada por Martínez Montañés y que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. ALMUERZO. Tras la comida visitaremos el MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA, que alberga la colección de madera policromada más importante del continente y una de las más valiosas muestras de copias artísticas. Tiene como sede el Colegio de San Gregorio de Valladolid, declarado Bien de Interés Cultural. Se trata de un imponente edificio del siglo XV célebre por su original ornamentación y por el retablo en piedra que es su fachada. Es, no cabe duda, uno de los monumentos más importantes en España, tanto por su arquitectura –magnífica representación del gótico español más elaborado, como muestra su fachada- como por su historia –aquí juró los fueros de Castilla Carlos V y aquí tuvo lugar el primer debate sobre los Derechos Humanos, impulsado por Bartolomé de las Casas -. De entre las más de 4.000 piezas que atesora, que van de la Baja Edad Media hasta el siglo XX, destaca su extensa colección de madera policromada con obras de grandes maestros como Alonso Berruguete, Juan de Juni, Gregorio Fernández, Felipe Bigarny, Pompeo Leoni o Pedro de Mena, que lo convierte en uno de los mejores museos de Europa en este campo. Son los más reputados escultores del Siglo de Oro de la imaginería. El realismo, el dramatismo y los vivos pigmentos de cada pieza sobrecogen al visitante. Además, atesora algunas de las obras más importan-tes del Renacimiento y el Barroco, como ‘El entierro’ de Juan de Juni; el retablo de San Benito de Berruguete, el ‘Cristo yacente’ de Gregorio Fernández o la‘Magdalena penitente’ de Pedro de Mena. Otra de las particularidades de su colección es la presencia de pasos procesionales que siguen cumpliendo con su cometido original cada Semana Santa. Sus fondos se completan con una impecable colección de copias artísticas de los siglos XIX y XX, que suma más de 3.000 vaciados procedentes del desaparecido Museo Nacional de Reproducciones Artísticas. En algunos casos documentan obras desaparecidas, lo que incrementa su valor. Las exposiciones temporales y las actividades se realizan en el vecino Palacio de Villena, donde se exhibe su famoso belén napolitano, el mayor de España y uno de los más valiosos del continente, con figuras del siglo XVIII que se disponen en impactantes montajes cargados de belleza. Asimismo, cuenta con el Palacio de Gondomar (la 'Casa del Sol') como tercera sede. Tras la visita del museo, quien quiera podrá seguir disfrutando de las distintas sedes que contiene el museo y quien esté algo más cansado, podrá disfrutar de tiempo libre para disfrutar de esta ciudad tan animada en todas las épocas del año. Alojamiento y Cena libre.
Desayuno. Hoy recorreremos uno de esos museos que pasan desapercibidos en Valladolid, pero que esconden pequeños tesoros. Hablamos del MUSEO DE ARTE ORIENTAL, que cuenta con la mejor colección de arte oriental existente en España. Su sede está en el Real Colegio de PP. Agustinos y es construido a partir de 1759, con planos de Ventura Rodríguez. El museo se inaugura en 1980 y consta de 18 salas de arte chino, filipino y japonés. Encontraremos bronces, esmaltes, plata, cerámica y porcelana, tabaqueras, lacas, marfil, esculturas, sedas, mobiliario, pintura tradicional, caligrafía, arte colonial, vestimentas, etc.. Merece la pena patearnos sus salas. Tras la visita al Museo, nos dirigimos hacia TORDESILLAS. Erigida sobre la vega y ribera del Duero, cuyo puente medieval ya nos conquista. Famosa por la firma del famoso Tratado de Tordesillas, el 7 de junio de 1949, por medio del cual, las tierras del Nuevo Mundo se dividían entre Castilla y Portugal a partir de un meridiano imaginario que pasaba a 370 leguas de las islas de Cabo Verde. En su interior, alberga también un Museo del Tratado de Tordesillas y la Exposición de Maquetas 'Grandes Miniaturas' que muestra una colección de mapas y documentos relacionados con el Tratado. Merece también la visita el Real Monasterio de Santa Clara, erigido en el siglo XIV, construcción mudéjar en su conjunto, fue en su origen el palacio que el rey Alfonso XI construye en Tordesillas en 1340, con ocasión de su victoria en la batalla del Salado y posteriormente se convierte en convento de clarisas. Aquí estuvo recluida la reina Juana I durante 46 años. La organización del edificio respondía al esquema de palacio musulmán con amplias estancias en torno a un patio porticado llamado El Vergel, La iglesia, edificio gótico de finales del siglo XIV y principios del XV, cuyo presbiterio se cubre con una impresionante armadura mudéjar y donde destaca, la Capilla de los Saldaña, toda ella edificada en el siglo XV, en piedra de sillería. ALMUERZO. Tras la comida, daremos un paseo por los principales monumentos de la villa como: la iglesia de San Pedro, gótica; la de Santa María; la de San Juan Bautista, con una esbelta torre clasicista o la iglesia de San Antolín, gótico flamígera. Al igual que su cálida Plaza Mayor porticada. Finalizada la visita, VUELTA A MADRID Y FINAL DE NUESTROS SERVICIOS.