Durante un mes y una sola vez al año, un pedacito de la comarca de La Alcarria, en Guadalajara, se tiñe de morado. Este momento coincide con la oración de los campos de lavanda de Brihuega, localidad que alberga una extensión de más de mil hectáreas oridas de tal belleza que ha sido apodada como la Provenza española. Todos los veranos, el aroma a lavanda inunda los campos y el peculiar color de las ores da lugar a una estampa inolvidable. Visitaremos este paraíso morado de lavanda y lavandín (la hibridación de lavanda y espliego), a primera hora de la mañana para así evitar el calor y poder disfrutar y hacer fotos, con una mayor tranquilidad. Más tarde, bajaremos hacia el pueblo de BRIHUEGA y dejaremos un tiempo para tomar un café. Tras este breve inciso, comenzaremos la visita de esta localidad, situada en un altiplano sobre el río Tajuña. El valle de Brihuega estaría habitado ya desde tiempos remotos, siendo villa musulmana y más tarde castellana, con uencia de las tres culturas. Ecos de su pasado se pueden contemplar en su bello casco histórico, declarado conjunto histórico- artístico desde 1973. En la villa, todavía se pueden contemplar algunos lienzos de la antigua muralla que envolvía a la localidad, quedando aún en pie varias de sus puertas: el Arco de Cozagón y la Puerta de la Cadena, entre otras, que dan paso a la ciudad medieval. El primer monumento con el que se topa el visitante es su Castillo, en la parte baja del pueblo, ya que cuando se alzaron sus muros en el siglo XI, la villa estaba ubicada más abajo. Probablemente fue un alcázar de origen musulmán y sería residencia veraniega de los reyes taifas de Toledo y más tarde, de los arzobispos de Toledo. Aún hoy, los muros del castillo de la Peña Bermeja guardan el antiguo cementerio de Brihuega. Merece la pena asomarse al patio de armas y dar un paseo por el prado de Santa María, donde se localiza la bonita iglesia del siglo XIII, de Nuestra Señora de la Peña, con una preciosa portada de transición del románico al gótico. En su interior cisterciense se guarda la imagen de la patrona de Brihuega: la Virgen de la Peña. Delante de ella, se encuentra una bonita plaza, que fue el antiguo patio de armas de la alcazaba musulmana. Visitaremos la Plaza del Coso, donde se encontraba el antiguo mercado y donde se celebraban las corridas de toros, antes de edi carse la Plaza de toros. Allí podemos ver varios edi cios: el Ayuntamiento, o la antigua cárcel real de Carlos III, situada sobre una anterior del siglo XVI, de época de Felipe II, construida por el arquitecto madrileño Ventura Rodríguez. En la actualidad es la O cina de Turismo y alberga el Centro de Interpretación Histórica del Archivo de Brihuega. Además, nos adentraremos en el Brihuega más misterioso, un laberinto de túneles subterráneos que se rami can por debajo de la villa, con una longitud de unos ocho kilómetros (de los cuales son visitables unos 700 metros), las famosas cuevas árabes. Fueron excavadas en los siglos X y XI, como lugar para conservar los alimentos y el vino, aunque terminarían sirviendo de refugio y huida en los asedios a Brihuega. También podremos ver una de sus fuentes monumentales, la Fuente de los Doce Caños, llamada "La Blanquita”, cuyas aguas, cuenta el dicho popular, que son remedio infalible para cualquiera soltera que desee casarse. Y es que desde antaño, Brihuega, fue rica en fuentes y manantiales de aguas cristalinas que regaban sus campos y huertas, lo que la daría el sobrenombre de "el Jardín de La Alcarria”. Por detrás de ésta, se encuentra el lavadero municipal, que consta de tres grandes pilas rectangulares: enjabonado de la ropa, aclarado y fregado de cacharros. Por último, visitaremos la Iglesia de San Felipe, del siglo XIII, en un estilo de transición del románico al gótico, en el que destaca su portada románica, su pila bautismal, sus ventanales góticos o su precioso rosetón circular, formando una estrella de seis puntas. Tras la visita, COMIDA. Después de comer, visitaremos una DESTILERIA DE LAVANDA. Allí, visitaremos las instalaciones con explicaciones y nos regalarán un souvenir de lavanda como recuerdo. Después, visitaremos la localidad de TORIJA, que cuenta con un interesante patrimonio religioso y civil. Denominada como la "Puerta de la Alcarria”, al encontrarse al nal de un amplio valle que se abre a los llanos de la Alcarria. Constituía un lugar de paso obligado entre Castilla y Aragón, por lo que se construyo una atalaya alrededor de la cual se desarrolló la población. Su fundación se debe a la Orden del Temple y fue constante escenario en las guerras medievales. Acabaría perteneciendo a una de las ramas de la familia Mendoza, que darían la apariencia actual a su Castillo. Éste se utilizaría tanto para usos defensivos como residencia señorial. Dejó de estar habitado a nales del siglo XV, y en el XVI, albergaría a algunos reyes como Carlos V o Felipe II. En la actualidad se encuentra restaurado y acoge el Centro de Interpretación Turística de Guadalajara, donde descubrir parte del folklore, los productos o la historia de la región. En su Torre del Homenaje, se encuentra un museo dedicado al libro: Viaje a la Alcarria de Camilo José Cela, que cuenta con una colección de objetos personales utilizados por Cela en su recorrido por Guadalajara, con imágenes originales del fotógrafo que le acompañó y mapas. Tras la visita. REGRESO A MADRID Y FIN DE NUESTROS SERVICIOS.
- Autobús para todo el recorrido
- Guía especializado acompañante
- Guía local para las visitas
- Todas las visitas contempladas en el programa: Campos de lavanda, iglesia de San Francisco y Cuevas Árabes, entorno del Castillo Medieval, en Brihuega - Visita a una destilería con regalo de un saquito de lavanda - Visita en Torija del Castillo, Centro de Interpretación Turística de Guadalajara y Museo del Viaje a la Alcarria de Camilo José Cela Almuerzo con bebida
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