Salida por la autovía de Barcelona con destino Tarragona. Almuerzo en ruta. Llegada a Tarragona a última hora de la mañana. Alojamiento. Hoy vamos a visitar esta ciudad abierta al mar, luminosa y siempre hospitalaria. La antigüa Tarraco, llegó a ser una de las ciudad más relevantes del imperio, capital de la Tarraconensis a partir del 27 a.c. Según la tradición, la cristianizó San Pablo. País de los francos y germanos hasta su eclosión medieval con el condado de Barcelona, y la construcción de una nueva catedral en 1171. Hoy es la capital de la Costa Dorada, constituyendo uno de los más importantes puertos del Mediterráneo, con un gran patrimonio artístico y arquitectónico, en el que destacan los vestigios romanos y medievales. Los monumentos romanos de la ciudad, se mezclan con las construcciones posteriores, formando un autentico mosaico que a veces enturbia la riqueza de los restos hallados. La historia de Tarragona está unida a la de sus murallas, que mantuvieron su función defensiva hasta principios del siglo XIX. En la actualidad, sólo se conserva un kilómetro de ellas. A los pies de estos históricos muros discurre el Paseo Arqueológico. En él, se combinan imágenes del pasado de esta ciudad, con perspectivas de la Tarragona moderna. El edificio que alberga el Museo Arqueológico de Tarragona fue devastado en 1960, y reúne una importante colección de objetos hallados en la ciudad y sus alrededores: resto escultóricos, arquitectónicos y epigráficos, pertenecientes a templos y edificios públicos. Entre los restos encontrados destacan el mosaico de la medusa y algunas esculturas romanas, el museo cuenta con la mejor colección de mosaicos romanos de toda Cataluña. Otra contrucción importante es el Circo Romano. Fue contruido en época de Domiciano (81 - 96 d.c.) era el escenario de las carreras de caballos y tenía unas dimensiones impresionantes. Anfiteatro. Tarraco fue una de las pocas ciudades de Hispania en las que contruyeron anfiteatro, lo cual confirma la importancia política y social que adquirió la colonia durante los primeros siglos de nuestra era. Presenta una planta elíptica con los dos elementos fundamentales en este tipo de edificios: la arena, en el centro, donde se desarrollaban los espectáculos; y la cavea o graderío, donde se acomodaba al público. Continuamos la visita por la ciudad medieval. Durante la edad media Tarragono contó con una población muy heterogenea: nobles, caballeros, burgueses, judíos, clérigos, campesinos, artesanos y pescadores. La fuerte huella dejada por la civilización romana condicionó el aspecto de la ciudad, integrando los elementos propios de una comunidad medieval (castillo, catedral, mercado etc...) con los vestigios romanos. La catedral, dedicada a Santa María, es el monumento medieval más importante de Tarragona. Pertenece a una época de transición del románico al gótico. A pesar de estar inacabada, la fachada principal es una obra de importantes dimensiones y gran valor artístico. El interior constituye, con las inumerables obras que alberga, un importantísimo museo del mejor arte religioso. Retablos barrocos y platerescos, capillas pintadas al fresco, tapices de grandes dimensiones que cuelgan del techo, todo un espectáculo visual, que está acompañado por la tenue luz que se filtra a través de la vidrieras y el gran rosetón. Entre las numerosas obras de arte que se conservan en el interior, destaca el bello retablo de Luis Borrassá (sig.XV). También destaca la Capilla de los Sastres, y sobre todo, la verdadera joya de la catedral, el retablo mayor, dedicado a Santa Tecla, patrona de la ciudad. El gran escultor Pere Joan, autor de esta magnífica obra, describe la vida de Santa Tecla en seis escenas. Tras la visita, resto del tiempo libre. Cena y alojamiento.
Desayuno. Salimos hacia los últimos contrafuertes del Ports de Beceit, importante macizo calizo que se sitúa en la confluencia entre Aragón, Cataluña y Valencia. Montañas abruptas, fragmentadas por desfiladeros y barrancos, conforman un paisaje excepcional. En sus confines se encuentra Horta de Sant Joan, ubicado sobre un magnífico emplazamiento, su entorno y vistas fueron captadas por Picasso en el cuadro "Horta del Ebro”. El artista vivió allí entre 1898 y 1909, dejando algunas obras que reflejan la belleza de la zona (Centro Picasso). La parte alta del pueblo es un sinuoso conjunto de calles medievales de gran belleza, algunas porticadas y recogidas plazas como la de San Salvador o de la Iglesia. En la última, destaca el ayuntamiento renacentista y la iglesia gótica de San Juan Bautista. También es interesante la subida al monte de Santa Bárbara, con cuevas y capillas heremíticas muy pintorescas, desde donde se puede disfrutar de bonitas vistas. Muy cerca, se encuentra Pinell de Bray, donde se ubica la denominada "Catedral del Vino”, cooperativa agrícola realizada por César Martinell en 1918. Esta bodega modernista, posee amplias y espectaculares naves, que se apoyan sobre inverosímiles arcos elípticos. En su fachada, presenta un divertido y bello fresco cerámico del pintor Xavier Nogués. Nos dirigimos ahora a Miravet. Almuerzo. Miravet conserva un cierto sabor medieval. Merece la pena adentrarse por sus tortuosas callejuelas. Fuera del núcleo medieval se encuentra el barrio de los alfareros, donde se fabrican utensilios de barro con arcilla de la zona, como los típicos botijos de Miravet. De la ciudad, destaca sobre todo su castillo, la mejor obra de arquitectura militar templaria de Cataluña, que se alza altivo e imponente sobre un cerro de 220 metros, dominando el pueblo y las aguas sosegadas del Ebro. Por su estratégico emplazamiento, desempeñó un importante papel durante la Edad Media.
Desayuno. Hoy vamos a visitar el delta del Ebro y su capital natural, Tortosa. Tortosa es una pequeña y apacible ciudad atravesada por el Ebro, que con el paso del siglos ha ido atesorando un importante patrimonio monumental. Antigüa ciudad romana, convertida en colonia por Augusto, sufrió a los musulmanes que construyeron la Suda. Luego, cristianos, judíos y moriscos dominaron la ciudad, que sufrió un horrible asedio en 1938 en la batalla del Ebro. Justo debajo de la Suda se alza el magnífico edificio gótico de la catedral, dedicada a Santa María. Ocupa el mismo lugar que un templo anterior, románico, y que diversas edificaciones del foro romano, del cual no queda ningún vestigio. A pesar de que se inició en 1347 según el estilo gótico francés, su construcción se prolongó hasta los siglos XVI Y XVII, adaptándose a los modelos típicos del gótico catalán. La fachada barroca (sig. XVIII), está dividida en cinco cuerpos separados por enormes pilastras. Presenta una excepcional riqueza de elementos decorativos: capiteles con motivos vegetales, columnas torneadas y relieves muy vistosos. El interior es de líneas muy sobrias, y esta formado por tres naves separadas por pilares de base poligonal. Entre las obras de arte que embellecen el interior, destaca el retablo mayor de Santa María. Otra pieza importante es el retablo de la transfiguración (2ª mitad sig.XV), obra atribuida a Jaime Huguet con figuras de gran delicadeza y rica ornamentación. También es interesante en la ciudad, el magnífico edificio gótico del Palacio Episcopal, construido entre los siglos XIII Y XIV. Muy cerca se hallan otros edificios góticos de interés. El Palau dels Oliver de Boteller y el Palau Despuig, obra magnífica que responde a las características adquiridas por el gótico civil catalán en el siglo XV. Son también importantes en Tortosa sus reales colegios, como el de San Luis, cuyo patio rectangular es una de las obras más relevantes del renacimiento catalán. Interesante también es el barrio de Remolins, de callejuelas laberínticas y pintorescas. Almuerzo. Nos dirigimos ahora al delta del Ebro, que constituye la zona húmeda de mayor superficie de las tierras catalanas. Sus peculiares características favorecen la presencia de una fauna y una flora únicas en Cataluña. El parque, que protege una superficie de 7736 héctareas de tierras llanas, se creó en 1983. Realizaremos un interesante crucero por el río en el que conoceremos los lugares más bellos e importantes del delta. Tras la visita, regresamos a Tarragona. Cena y alojamiento.
Desayuno. Nos dirigimos a Montblanc. Sobre la orilla derecha del río Francolí, este pintoresco pueblo medieval permanece aún rodeado por parte de su antigua muralla del siglo XII. En su interior destaca la iglesia de Santa María la Mayor, con bella portada renacentista y órgano de 1607. También son de interés la iglesia románica de San Miguel y la casa Josa. A pocos kilómetros se encuentra el Monasterio de Poblet, una de las sedes monásticas más completas y bellas del mundo. Fundado por Ramón Berenguer IV, Conde de Barcelona y Rey de Aragón, y situado en la antigua comarca de la Conca de Barberá, nos muestra los elementos característicos del arte cisterciense, destacando la iglesia de los siglos XII y XIII, el Panteón Real, Sala Capitular, Puerta Dorada y su extraordinario claustro. Regreso a Madrid. FIN DEL VIAJE Y DE NUESTROS SERVICIOS.
- Autobús moderno para todo el itinerario
- Guía acompañante especializado durante todo el recorrido
- Hotel de ****
- Régimen de Pensión Completa
- Paseo en barco por el delta del Ebro
- Todas las visitas incluidas en el itinerario
- Entradas previstas en las visitas del viaje
- Audioguías
- Seguro y Dossier informativo del viaje
- Ningún extra ni concepto no contemplado en el apartado anterior.
EN HABITACION DOBLE: 439 €
Todos los derechos reservados. Precios IVA incluido.
